
Daniela Alanis Mendez
19 ago 2025
Exigirá listado de canciones y prohíbe música que glorifique la violencia.
El estado de Querétaro dio un paso más en su estrategia contra la narcocultura al publicar un decreto que prohíbe la interpretación y reproducción de música que haga apología del delito, glorifique la violencia o promueva la cultura del crimen en espacios públicos y centros de entretenimiento privados.
La medida, anunciada por el gobernador Mauricio Kuri González, establece un sistema de control preventivo: los empresarios y promotores deberán entregar al gobierno un listado con las canciones que interpretarán los artistas invitados. Dicho repertorio será evaluado antes de cada concierto o evento.

“Quien quiera traer un artista a Querétaro tendrá que darnos la lista de canciones. Si hubiera inconveniente, se resuelve en las áreas correspondientes”, explicó el secretario de Gobierno, Eric Gudiño Torres.
El objetivo es impedir que, en espectáculos masivos, se difundan mensajes que normalicen la violencia, inciten al delito o conviertan en referentes a personajes ligados al crimen organizado.
El gobierno estatal precisó que la responsabilidad recae en organizadores y empresarios, quienes deberán garantizar que los artistas no interpreten narcocorridos, narco-raps o cualquier canción que exalte conductas delictivas.
La vigilancia estará a cargo de la Dirección de Gobierno, Protección Civil y las Secretarías de Gobierno municipales, que actuarán de manera coordinada.
Sanciones contempladas:
Suspensión temporal del evento, si durante la función se interpreta música prohibida.
Suspensión definitiva del permiso, en caso de reincidencia o incumplimiento de la sanción inicial.
Los 18 municipios del estado se comprometieron a modificar sus reglamentos para armonizar la disposición estatal. Además, representantes del sector empresarial expresaron su apoyo.
El presidente interino de la Canaco Querétaro, René Loya Poletti, señaló que no habrá afectaciones inmediatas, ya que no se tenían programados conciertos de este tipo de artistas:

“Todo lo que sume para reducir la violencia, los empresarios vamos a apoyarlo. Consideramos que esta medida evitará que los jóvenes sean atraídos por las organizaciones delictivas”.
En un video difundido en sus redes sociales, el gobernador subrayó que la medida no busca censurar un género musical en particular, sino evitar la perversión de cualquier estilo que glorifique el crimen.
“No vamos contra ningún género, sino contra la perversión de cualquiera de ellos. No se trata de callar voces, se trata de proteger valores, de cuidar a nuestras niñas, niños y jóvenes de mensajes que deforman y seducen con falsas glorias a través del miedo, el odio, la riqueza o el poder que viene del crimen”, afirmó.
Kuri citó resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que establecen límites a la libertad de expresión cuando se normaliza la violencia, se degrada la moral pública o se incita al delito.
El mandatario concluyó su mensaje con un llamado:
“En Querétaro no vamos a permitir que se siembre la semilla de la violencia en el corazón de nuestra gente. Aquí no celebramos a los criminales, celebramos a la gente buena”.

Querétaro se suma a entidades como Aguascalientes, Michoacán, Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Quintana Roo, Nayarit, Jalisco y Estado de México, que han impulsado medidas para restringir la difusión de música vinculada al crimen organizado.
A nivel federal, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha descartado prohibiciones generalizadas, al considerar que corresponde a las familias y a la sociedad decidir el consumo musical. En cambio, su administración ha optado por campañas de concientización y concursos artísticos que promuevan valores de paz.
La prohibición ha generado posturas divididas entre artistas. Algunos, como Grupo Firme, anunciaron que dejarán de interpretar narcocorridos en sus presentaciones. Otros exponentes del género, como Luis R. Conriquez y Los Alegres del Barranco, han manifestado que también limitarán su repertorio para evitar sanciones.
Sin embargo, especialistas advierten que estas restricciones podrían tener un efecto contrario, ya que el consumo digital de narcocorridos en plataformas de streaming se mantiene en ascenso, especialmente entre jóvenes.
La polémica trasciende fronteras. En mayo de 2025, el gobierno de Estados Unidos revocó la visa a Los Alegres del Barranco tras interpretar un tema que mencionaba a un líder del Cártel Jalisco Nueva Generación durante un concierto en Zapopan, Jalisco.

La decisión, calificada de “sin precedentes” por investigadores del género, fue acompañada de un mensaje del subsecretario de Estado, Christopher Landau, quien escribió en X:
“Lo último que necesitamos es una alfombra de bienvenida para quienes ensalzan a criminales y terroristas”.
Pese a la sanción, la banda superó los dos millones de reproducciones digitales en cuestión de días, lo que refleja la persistente popularidad del género.

Las medidas adoptadas en Querétaro reflejan un dilema cada vez más presente: ¿hasta dónde debe llegar el Estado para frenar contenidos que incitan a la violencia sin caer en censura?
Por un lado, los defensores de la prohibición consideran que es una acción necesaria para proteger a niñas, niños y jóvenes de mensajes que romantizan al crimen. Por otro, críticos advierten que este tipo de restricciones puede fortalecer la idea de que el género es “prohibido” y, en consecuencia, volverlo más atractivo para ciertas audiencias.
Lo cierto es que Querétaro busca marcar distancia clara con la narcocultura y reforzar su identidad como una tierra de paz, trabajo y respeto. El tiempo dirá si estas medidas logran su propósito o si, por el contrario, abren un nuevo debate nacional sobre los límites entre libertad artística y responsabilidad social.






